Despilfarro público

Hoy queremos dar a conocer una interesante web de nombre DESPILFARRO PÚBLICO y a la que daremos un enlace permanente.

La intención de la página es publicitar, mediante la participación ciudadana, todas aquellas obras públicas que durante estos años se han realizado en España y que han supuesto una pesada carga para las arcas públicas.  De Huesca sólo se habla del Aeropuerto de Monflorite pero a buen seguro se podrían enlazar muchos más ejemplos.

Dando una vuelta por la página seguro que más de un habitante del Altoaragón tendrá sugerencias para añadir.

En el blog hemos hablado en más de una ocasión de este tipo de obras, pero no como ejemplo de dilapidación del dinero público por caprichos políticos,  sino como modelo de actuación política habitual en este país durante estos pasados años.  Modelo que era demandado mayoritariamente por la población cuando no exigido.

Hoy todo el mundo habla del aeropuerto como una auténtica barbaridad (aunque casi nadie se atreve a proponer su cierre para evitar más gastos y que recupere sus usos tradicionales), pero cuando se proyectó la idea en los tiempos del PP y se ejecutó en los tiempos del PSOE las voces contrarias al proyecto (que las había) eran silenciadas y vilipendiadas por la población y los medios de comunicación.

¿Y qué decir del AVE?  ¿De esa política ferroviaria que ha supuesto la desaparición del ferrocarril convencional y el encarecimiento del billete a tal punto que las clases populares se ven condenadas a la carretera?  ¿De ese AVE que ha cerrado estaciones en la provincia, que ha quitado servicios y que llega a la capital con un coste exorbitante para un servicio que podrían hacer trenes lanzaderas a Zaragoza?  ¿AVE en Huesca?  Claro, a todas las capitales de provincia.  Por eso España es el segundo país con más kilómetros de alta velocidad del mundo.

¿Palacios de Congresos?  ¿Estaciones de esquí como la ampliación de Castanesa con miles de viviendas? ¿Estafas como Gran Scala?

En definitiva, durante años se ha confundido modernidad con progreso y politica con obras públicas.  Durante años una buena parte del modelo de desarrollo ha consistido en vivir en el engaño y el cemento, en un crecimento desorbitado y pensado tan sólo en lo material pero vacío por dentro.  Y así nos va.